lunes, 28 de septiembre de 2009

El Aparato Psíquico


Dentro de las escuelas de psicología, quizás la que más aportes realizó en pro a la salud mental fue el psicoanálisis. Su descubridor fue el Dr. Sigmund Freud.

El Dr. Freud, (1856- 1939) médico austriaco, se interesó inicialmente por la neurología y en la hipnosis, siendo el método utilizado por entonces para el tratamiento de pacientes "nerviosos".

Al interiorizarse en los estudios sobre estos enfermos neuróticos, observó que las pacientes en estados hipnóticos recordaban situaciones, que luego en estado de vigilia olvidaban. Estos recuerdos estaban relacionados con experiencias traumáticas, que si bien no se recordaban al despertar, provocaban -llamativamente- la supresión de la sintomatología psíquica que las aquejaban, en especial las conectadas con los recuerdos olvidados.

Esto lo hace pensar que existe un sistema más allá del conciente, que denomina, inconsciente.

Hasta entonces el término inconsciente, era patrimonio de la filosofía, entendiéndose como una entidad psíquica con autonomía, pero que no tenia ninguna influencia en desenvolvimiento de la persona.

Allí esboza el primer aparato psíquico contando que existe un polo perceptual (conciencia), y polo motor (de descarga) y entre ambos, se iban imprimiendo distintas huellas o marcas (que nombra: mnemicas - destinadas a guardar información- ) que van haciendo registros que irán mas allá de lo consciente, de cuya accesibilidad, le valdrá la denominación de preconsciente o inconciente.

O sea ya en este primer esbozo incluye un sistema consciente, un sistema preconsciente y un sistema inconciente.

Quizás la revolución de la época, fue entender que este inconsciente, por él descubierto ocupaba un gran sector de la vida psíquica, que lejos de ser estático, cuenta con dinamismos y leyes que les son propias e influyen en todos los actos de la persona.

A lo largo de sus investigaciones descubre que este esbozo, si bien era adecuado era insuficiente, observando que había aspectos conscientes e inconscientes, que se alternaban y/o se superponían en las distintas instancias, teorizando su segundo esquema del aparato psíquico compuesto por tres instancias (con modalidades conscientes e inconscientes): ELLO -SUPERYO -YO

El ELLO resulta ser la sede de las pulsiones, energía que media entre lo biológico y lo psicológico, análoga pero no equivalente al instinto de especies inferiores. El SUPERYO sería el heredero de prohibiciones e ideales sociales, mientras que el YO está comandado por las fuerzas del ello, las exigencias del mundo externo y los ideales del superyo.

Aquí, podemos pensar la autoestima, al modo en que el yo se adecua a todas estas exigencias.

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