jueves, 2 de octubre de 2014

psicologia organizacional

de las 3 dimensiones de la personalidad




Ello

El Ello se refiere a la parte más profunda, primitiva, desorganizada e innata de la personalidad. El Ello  se presenta de forma pura  en nuestro inconsciente y está presente desde el nacimiento (el ello no es sinónimo de inconsciente). Representa nuestros impulsos, deseos y necesidades más elementales y primitivas  del ser, de cubrir sus necesidades fisiológicas inmediatamente sin considerar las consecuencias.

Está constituido por impulsos tan básicos como la tendencia natural a satisfacer el hambre, la sed y la sexualidad, las que Freud llamó pulsiones de vida, alimentados por el libido. Mas tardé Freud descubrió y matizó la pulsión de la muerte, responsable de las conductas de tendencia agresiva y destructiva.



Yo

El Yo tiene como fin cumplir de manera realista los deseos y demandas del Ello y a la vez conciliándose con las exigencias del Superyó. Todas las acciones ejecutadas son analizadas por el Yo amenazando con el castigo en caso de incumplimiento. El Yo nos permite reconocer las acciones que realizamos, a elegir el camino a seguir, y razonar los impulsos con tal de no ceder lugar a la liberación libidinosa, y velar por la integridad general de la realidad. Es el primer paso del reconocimiento, para afrontar las alegrías, culpabilidad o castigo.



Superyó

El superyó es la parte que contrarresta al Ello, representa los pensamientos morales y éticos adquiridos y aprendidos por la cultura. Consta de dos subsistemas: la consciencia moral se refiere a la capacidad de la autoevaluación, la crítica y el reproche.


martes, 30 de septiembre de 2014

CUANTIFICACIÓN DE LAS RESPUESTAS



Una vez establecido el formato de respuesta que se considera más apropiado para el caso, y de cara al estudio psicométrico de la prueba, es preciso decidir la manera de cuantificar los posibles resultados a las cuestiones. En general, para los ítems de cuestionarios de rendimiento óptimo se cuantificará con 1 el acierto y con 0 el error, de tal manera que la puntuación directa de un sujeto en un cuestionario determinado será igual al número de ítems que ese sujeto acierta.

La cuantificación de las respuestas a ítems de pruebas de rendimiento típico requiere ciertos matices. Dado un formato de respuesta determinado (opción binaria, categorías ordenadas o adjetivos bipolares) es necesario cuantificar las posibles respuestas a un ítem teniendo en cuenta que la alternativa con mayor valor sea la que indique mayor nivel de rasgo, aptitud y opinión.

Por ejemplo, para un ítem con formato de respuesta de opción binaria (acuerdo/desacuerdo) puede cuantificarse el acuerdo como 1 y el desacuerdo como 2, o viceversa. Depende de que el ítem esté planteado para medir de manera directa o inversa el constructo de interés. Estos pueden ser 2 ítems de un cuestionario de actitud ante al aborto voluntario:


        • Ítem A: "Abortar es matar".
        • De acuerdo ( ) En desacuerdo( )

        • Ítem B: “El bienestar de la madre también importa”.
        • De acuerdo ( ) En desacuerdo ( )

En el ítem A, el acuerdo se puntuaría con 1 y el desacuerdo con 2, ya que estar en desacuerdo con esa afirmación indica una actitud más positiva hacia el aborto voluntario. En el ítem B, sin embargo, el acuerdo se puntuaría con 2 y el desacuerdo con 1, ya que estar de acuerdo con esa afirmación indica una actitud más positiva hacia el aborto.

Si el formato de respuesta es de “n” categorías ordenadas, las diversas categorías se cuantificarán normalmente desde 1 hasta n, teniendo en consideración (como en el caso anterior) la dirección de la afirmación o cuestión. Por ejemplo, para 5 categorías, las dos posibles cuantificaciones serán:

Muy en desacuerdo Bastante en desacuerdo Neutral Bastante de acuerdo Muy de acuerdo
          • 1 2 3 4 5
          • 5 4 3 2 1
También se puede asignar el 0 a la categoría central, valores negativos a las categorías que se encuentran a la izquierda y positivos a las que se encuentran ubicada a la derecha.
En estos casos, la puntuación directa de un sujeto en un test (o subtest) resulta de sumar las cantidades asignadas por el constructor de la prueba a las diferentes respuestas que el sujeto ha emitido; según esto, convendría cuantificar las diversas alternativas con valores entre 1 y n para evitar una puntuación directa negativa.


FORMATO DE RESPUESTA (psicometria)


En tests de rendimiento óptimo (pruebas de rendimiento y de inteligencia) se pretende medir el rendimiento máximo al que llega cada persona ante una serie de preguntas o tareas.

Usualmente, el formato de respuesta de estos ítems se ajusta a uno de los siguientes tres formatos:

a) Elección binaria: De dos alternativas, se elige la que se considera correcta (Sí o No;
verdadero-falso).

Por ejemplo, un ítem de un test de rendimiento en Historia Moderna puede ser:
"Pi y Margall fue uno de los presidentes de la 1ª República Española" V F

b) Elección múltiple: Entre más de dos alternativas se elige la que se considera correcta. Es
sin duda el formato de respuesta más utilizado, entre otras por razones de objetividad y otras
de tipo operativo.

Por ejemplo, un ítem de un test de aptitud verbal puede ser:
                                  "Automóvil es a volante como bicicleta es a ....”

        • a) Pedal
        • b) Sillín
        • c) Manillar
        • d) Parrilla
c) Emparejamiento: Consiste en encontrar las parejas entre dos conjuntos de conceptos. Por ejemplo, un ítem de un cuestionario sobre conocimientos de políticos españoles contemporáneos puede ser:
"Enlace mediante una línea el nombre del político con el partido político al que pertenece".

J. A. Durán i Lleida PSOE
Carlos Solchaga CIU
Iñaki Anasagasti PNV
Rodrigo Rato PP

Mediante las pruebas de rendimiento típico se quiere reflejar el comportamiento ordinario de las personas, no teniendo sentido el concepto de rendimiento máximo dado que el objeto de la evaluación es algún tipo de opinión, actitud o rasgo de personalidad. El formato de respuesta de los cuestionarios de rendimiento típico se ajusta a alguno de los siguientes:

a) Opción binaria: La persona debe manifestar si está de acuerdo o en desacuerdo con una afirmación. Por ejemplo, un ítem de un cuestionario sobre la actitud de los padres hacia los profesores de sus hijos puede ser:

"En realidad, los profesores en el colegio hacen poco más que cuidar a nuestros hijos cuando nosotros trabajamos"
Acuerdo ( ) Desacuerdo ( )

b) Categorías ordenadas: El formato establece un continuo ordinal de más de dos categorías, que permite a la persona matizar mejor su respuesta. Normalmente, este continuo está formado por 5 ó 7 categorías ordenadas, con una categoría central para indicar la valencia neutra y a partir de la cual posicionarse en uno u otro sentido. Por ejemplo, un ítem sobre la actitud de los adolescentes hacia el consumo de drogas, podría ser el que sigue:

"Las drogas pueden realmente resolver problemas de uno mismo"

( ) Muy en Desacuerdo
( ) Bastante en Desacuerdo
( ) Neutral
( ) Bastante de Acuerdo
( ) Muy de Acuerdo

A veces, se establecen nominalmente los dos extremos del continuo, dejando señaladas las
restantes categorías del mismo:
                                    MD ____ ____ ____ ____ ____ MA

o se ordenan numéricamente las categorías sucesivas:

                                       1 2 3 4 5 6 7

c) Adjetivos bipolares: Este formato es típico de lo que se denomina "diferencial semántico", un instrumento formado por pares de adjetivos opuestos, cada uno de los cuales representa un continuo bipolar con varias categorías, y que permite estudiar el significado semántico que se atribuye a determinados constructos, personas o instituciones.

Por ejemplo:
      • Alegre ________ ________ ________ __ Triste
      • Listo ________ ________ ________ __ Tonto
      • Simpático ________ ________ ________ Antipático
      • Feliz ________ ________ ________ __ Infeliz
      • Social___ ________ ________ ________ __Asocial
3.2.- REDACCIÓN DE ÍTEMS

Algunas de las recomendaciones generales en la redacción de ítems en pruebas de rendimiento óptimo son las siguientes:

- La idea principal del ítem debe estar en el enunciado.
- Simplicidad en el enunciado.
- Evitar los conocimientos excesivamente triviales o excesivamente “rebuscados”.
- Evitar dar información irrelevante en el enunciado.
- Evitar dar indicios sobre la solución.
- Evitar cuestiones sobre opiniones.
- No encadenar unos ítems con otros.
- Anticipar la dificultad e incluir preguntas de todo rango de dificultad (casi siempre
conviene más preguntas de dificultad media).
- La dificultad no debe estar en la comprensión del ítem.
- Minimizar el tiempo de lectura.
- Evitar el uso de negaciones (si se incluyen, subrayarlas), errores gramaticales y
ortográficos.

En cuanto al número de opciones, con dos distractores es suficiente; pero si la prueba es corta, es necesario un mayor número de distractores para evitar los efectos de los aciertos aleatorios. Todos los distractores deben ser de longitud y lenguaje parecidos y también se deben evitar los solapamientos entre ellos. Por supuesto, se deben evitar los llamados “ítems defectuosos” que son aquellos ítems con más de una respuesta correcta; aunque parezca absurdo son errores que se siguen cometiendo con excesiva frecuencia. Por otro lado, se deben evitar las opciones del tipo “no lo sé”, “todas las  anteriores son correctas” o “ninguna de las anteriores es correcta”; así como balancear la posición de la opción correcta en las diferentes preguntas para que no se sitúe siempre en la misma opción.
En las pruebas de rendimiento óptimo es muy importante tener en cuenta la dificultad existente en crear las alternativas incorrectas, dado que no deben ser posibilidades absurdas de respuesta que se puedan eliminar con cierto grado de sentido común. Bien al contrario, esas alternativas no ciertas deben ser elegidas entre los errores o confusiones que usualmente tienen las personas que no conocen la respuesta correcta de la pregunta en cuestión. Deben estar escritas en lenguaje técnico y ser  plausibles para quien no conoce la respuesta, evitando en todo momento alternativas “graciosas” u otras que no serían elegidas por nadie. Otra buena recomendación en este sentido sería el uso de alternativas de respuesta que son verdaderas para otras preguntas incluidas en el cuestionario. Desde luego, el establecimiento de alternativas múltiples exige un claro conocimiento tanto del contenido a evaluar como de las personas a las que va dirigida la prueba. Una reciente revisión de las orientaciones a seguir a la hora de escribir ítems de opción múltiple se encuentra en Haladyna, Downing y Rodríguez (2002).

Otras recomendaciones a tener presente en las pruebas de rendimiento óptimo son:

- El número de preguntas debe ser proporcional a la importancia dada a cada tema.
- Corregir los aciertos obtenidos por azar.
- Cuantos más ítems, mejor.

Respecto a la manera de formular las cuestiones en tests de rendimiento típico (declaraciones o afirmaciones ante las cuales se debe opinar), se han propuesto algunas sugerencias que pueden ayudar a su correcta redacción:

- Utilizar el tiempo presente.
- Deben ser “relevantes”, en el sentido de que su contenido debe relacionarse
claramente con el rasgo.
- Contenido claro, evitando excesiva generalidad. Frases cortas, simples e inteligibles.
Evitar incluir dos contenidos en un ítem.
- Tener en cuenta que lo que se dice en la declaración pueda ser asumido por alguien, y
no por todos.
- En escalas de actitudes, no plantear la existencia o no de hechos, sino el
posicionamiento personal sobre la afirmación. Redactar ítems que discriminen entre
los de actitud positiva y los de actitud negativa.
- Para minimizar la aquiescencia (tendencia a responder afirmativamente, independientemente del contenido por el que se pregunta) conviene redactar ítems de modo directo e inverso (declaraciones tanto en sentido positivo como en sentido negativo). A posteriori, se puede comprobar cómo una persona ha respondido a los ítems directos e inversos. También puede comprobarse que la correlación entre ambos tipos de ítems es alta.
- Evitar el uso dobles negaciones (no, ninguno, nunca,...) y de universales (todo, siempre, nada,...).
- En lo posible, aunque no es fácil, se debe minimizar la posibilidad de deseabilidad social (emitir respuestas socialmente aceptables para transmitir una imagen positiva).

Puede deberse a varias cosas: desajuste psicológico, insinceridad consciente,... El grado de deseabilidad social que manifiestan los ítems puede evaluarse mediante jueces, y comparar las respuestas de una persona con estas valoraciones. En tests de personalidad puede incluirse una escala de sinceridad.

El número de categorías que se suelen incluir en este tipo de ítems es usualmente de cinco ya que, a partir de ese número de categorías no mejoran las propiedades psicométricas de los ítems. Además, un número muy elevado de categorías (siete u ocho) lleva a inconsistencias en las respuestas, que es una fuente de error. Un número muy reducido (dos ó tres) lleva a poca discriminación (menor variabilidad) y a reducir la fiabilidad, aunque siempre puede compensarse con un mayor número de ítems. No obstante, en poblaciones especiales (niños, discapacitados, mayores…) se aconseja el uso de un menor número de categorías.

También se ha planteado en ítems de rendimiento típico (principalmente en escalas de actitudes o tests de personalidad donde no se pide el grado de frecuencia de un comportamiento) si es correcto o no la inclusión de una categoría central en las opciones de respuesta (“indiferente”, “neutral”, “dudo”, “no sé”…). Podrían generar problemas ya que muchas veces son elegidas por aquellas personas que no se comprometen con lo que se les está preguntando, que el enunciado les resulta ambigüo o simplemente que ignoran el contenido del enunciado. En realidad, deberían ser seleccionadas por las personas auténticamente indecisas. La investigación en este sentido nos dice que los indicadores
psicométricos de los ítems no se alteran mucho con o sin categoría central, cuando el número de categorías es mayor de tres. En todo caso, se puede comprobar si las personas con nivel medio en el total del test tienden a elegir más frecuentemente las categorías centrales.

DEFINICIÓN DEL CONSTRUCTO




El primer paso consiste en proporcionar una definición operacional del constructo o rasgo
que pretendemos medir. Por ejemplo, si hablamos de dogmatismo, debemos establecer los
diversos componentes o manifestaciones del mismo: dogmatismo ante la política, ante la
educación de los hijos, ante la religión, en las relaciones familiares,... Muy relacionada con
esta definición operativa es la cuestión del establecimiento de los objetivos que se pretenden
conseguir con el cuestionario.
También es necesario especificar el tipo de población al que va a aplicarse la prueba y las decisiones que se pretenden tomar a partir de las puntuaciones que ofrezca. Resulta muy diferente, y determinará su contenido, que un test de inteligencia se vaya a aplicar a personas de la población general o a personas con problemas intelectuales. Un cuestionario de depresión puede utilizarse con fines científicos en una investigación o para decidir el ingreso en un centro psiquiátrico de personas con problemas depresivos.

CONSTRUCCIÓN PROVISIONAL DEL CUESTIONARIO

De la definición operacional del constructo y de la delimitación de sus componentes debemos llegar a establecer un conjunto de elementos o ítems (frases, preguntas, situaciones análogas, tareas, etc.) que representen estos componentes, o mejor, las conductas mediante las que se manifiestan los diversos componentes del constructo.

Si, por ejemplo, pretendemos evaluar la tolerancia hacia los grupos marginales, un ítem
podría ser el siguiente:

“Deberíamos facilitar la integración de los gitanos en nuestro país” Parece razonable suponer que una persona tolerable estaría de acuerdo con esta afirmación, mientras que otra intolerable estaría en desacuerdo.

En relación con la construcción de los ítems existen dos temas importantes a tener en cuenta: el formato de respuesta y las normas de redacción de los ítems.



sábado, 27 de septiembre de 2014

Psicometría

1.1.- Definición y Objeto de estudio de la Psicometría
Como su propio término indica (definición etimológica) Psicometría es la disciplina que desarrolla todos los aspectos relacionados con la medida (metría) de la psique (psico).
Como los atributos psicológicos no son abordables de forma directa para medirlos, podemos decir que la Psicometría tiene como objeto material la medida de la psique a través de los comportamientos psicológicos externos de sujetos o grupos sociales (ver fig. 1.1.).
Por lo tanto, el objeto material de la medición psicológica y consecuentemente de la psicometría es tan amplio y variado como lo son la gran variedad de atributos de psicológicos y de comportamientos que de ellos se deriven.
Pero la Psicometría no sólo se encarga de solucionar el problema de la medición de atributos psicológicos ya integrados en teorías desarrolladas en otros campos de la psicología, sino que, a veces, informa a la psicología de determinadas estructuras perceptivas, aptitudinales o de
personalidad 1(ver fig. 1.1).

Historia de la Psicometria


La revisión de los antecedentes históricos y de la evolución de la medida en Psicologfa, ofrece una
perspectiva útil para comprender la Psicometria actual. Para algunos autores, la historia de los tests mentales es tal vez uno de los mejores ejemplos de la existencia de una interacción entre las demandas sociales y la evolución de una disciplina científica. Salvando las distancias, la valoración es aplicable al conjunto de la historia de la medida en Psicología.
La historia de la medición psicológica ha estado marcada por la interrelación entre la evolución interna de la Psicometria y de la Psicología con el deseo de responder a las demandas sociales de cada momento histórico, reflejando un mayor acento en las aplicaciones prácticas que en el desarrollo teórico.
Este apartado pretende esbozar el enlomo intelectual y social en el que nace la Psicología moderna y con ella la Psicometria. A continuación, sólo se aborda una de las dos líneas de trabajo que más trascend~ncia han tenido para la evolución de la Psicometría: el estudio de las diferencias individuales; para la otra línea: la Psicofísica,
se puede recurrir a la bibliografía complementaria del tema. Por último, se señalan los acontecimientos que han marcado la consolidación de la disciplina.
Estudio de las diferencias individuales Debemos advertir de una doble simplificación. Primera, dejar a un lado, por razones de tiempo, la Psicofísica impide lograr una visión comprehensiva de la historia de la medición en Psicología; segunda, la que vamos a cometer en este apartado, reducir la historia del estudio de las diferencias individuales a la historia de los tests psicológicos y presentarla recurriendo a las aportaciones de algunas figuras clave. La última es reduccionista pero difícil de evitar: gran parte de la Psícometría actual no se puede comprender sin atender a los antecedentes y orígenes históricos de los tests psicológicos y de la medida de la inteligencia.
El rápido progreso económico y social en la Europa de finales del siglo XIX planteó la necesidad de evaluar las capacidades y conocimientos de los individuos en contextos educativos, laborales, etc. Si la Filosofía y la Fisiología fueron las disciplinas que más influyeron en el trabajo de los primeros psicofísicos, el impacto más dramático sobre el estudio de las diferencias individuales vino de la Biología. Al tiempo que Fechnner presentaba sus trabajos, Darwin (1809-1882) presentó su teoría en La Evolución de las Especies (1859) y su aplicación al estudio del hombre en El origen del hombre y la selección en relación al sexo (1871). Darwin defendió que la inteligencia y el sentido moral también se habían ido perfeccionando de manera gradual a través de la selección natural. Al defender
esta idea Darwin no hacia sino reflejar la visión científica y la opinión popular dominante en la Inglaterra del siglo XIX, que justificaba el colonialismo y el sistema de clases bajo la creencia de que el hombre de letras inglés de clase media era el pico de la evolución humana (Rust y Golombok, 1989).

¿Psicometria?

Psicometría
Una disciplina de la psicología cuya finalidad intrínseca es la de aportar soluciones al problema de la medida en cualquier proceso de investigación psicológica.
También es un campo metodológico que incluye teorías, métodos y usos de la medición psicológica, en que se incluyen aspectos meramente teóricos y otros de carácter más práctico.
La perspectiva teórica incluye las teorías que tratan de las medidas en psicología, encargándose de describirlas, categorizarlas, evaluar su utilidad y precisión, así como la búsqueda de nuevos
métodos, teorías y modelos matemáticos que permitan mejores instrumentos de medida.
La perspectiva práctica se ocupa tanto de aportar instrumentos adecuados para conseguir buenas medidas como de los usos que de los mismos se puedan realizar. Estos instrumentos son los tests
psicométricos.

Finalmente, la psicometría se distingue por el uso del lenguaje
formal y estructurado de las matemáticas
.
Medición

En la psicología, la educación y las ciencias sociales se trata de medir aspectos que no son físicos ni directamente observables. La medición según Nunnally (1987) consiste en reglas para la asignación de números a objetos en tal forma que representen cantidades de atributos. La palabra “objeto” se usa en un sentido amplio e incluye personas. En psicología, medir es dar la magnitud de cierta propiedad o atributo, por ejemplo, la inteligencia, la extraversión, el razonamiento verbal, de una o más personas, con ayuda del sistema numérico.

Los tests psicométricos son los instrumentos que se utilizan en psicología para la medición de los atributos psicológicos. Es conveniente señalar que: Test psicométrico El test psicométrico es un procedimiento estandarizado compuesto por ítemes seleccionados y organizados, concebidos para
provocar en el individuo ciertas reacciones registrables; reacciones de toda naturaleza en cuanto a su complejidad, duración, forma, expresión y significado (Rey, 1973).
Requisitos de un test psicométrico Para que un test sea llamado test psicométrico debe cumplir
varios requisitos:
a) El contenido y la dificultad de los ítemes están sistemáticamente controlados (construcción del test).
b) La situación de aplicación del test: el ambiente en el cual se le administra, el material del test, la administración, debe estar bien definida y debe ser reproducida idénticamente para todos los sujetos
examinados con el test.
c) El registro del comportamiento provocado en el sujeto examinado debe ser preciso y objetivo. Las condiciones de cómo hacer este registro deben estar bien definidas y deben ser cumplidas
rigurosamente.
d) El comportamiento registrado debe ser evaluado estadísticamente con respecto al de un grupo de individuos llamado grupo de referencia o normativo.
e) Los sujetos examinados son clasificados en función de normas resultantes del examen previo del grupo de referencia o normativo (baremo), lo que permite situar cada una de las respuestas,
totales o parciales, en una distribución estadística (contraste).
f) Las respuestas a las cuestiones planteadas dan una medida correcta del comportamiento al que el test apunta (validez).

psicometria

INTRODUCCIÓN

La Psicometría se ocupa de los problemas de medición en Psicología, utilizando la Estadística
como pilar básico para la elaboración de teorías y para el desarrollo de métodos y técnicas
específicas de medición. Usualmente, suelen diferenciarse varios núcleos temáticos diferentes
propios de la Psicometría:
a) Teorías de la medición. Tienen como objetivo establecer las condiciones y propiedades de
las asignaciones numéricas que pueden realizarse. El establecimiento de diferentes escalas de
medida, tal como lo hizo Stevens, es un ejemplo de este primer núcleo de interés.
b) Escalamiento. En el terreno de la Psicofísica, e históricamente desde los trabajos de
Fechner en el siglo XIX, se plantea el problema de la medición de las sensaciones que
generan diferentes niveles de estimulación física. Thurstone será el responsable del tránsito
del escalamiento psicofísico al escalamiento psicológico, donde se proponen modelos y
técnicas para la medición de atributos estrictamente psicológicos.
c) Teorías de los Tests. A principios del siglo XX, Spearman propone una formulación
matemática para estudiar las propiedades métricas de las puntuaciones que se asignan
mediante tests, elaborados en ese tiempo (recuérdese los tests de inteligencia de Binet), para
cuantificar el nivel de las personas en funciones psicológicas superiores. La principal
preocupación de Spearman es incorporar en la formulación matemática los errores de medida
que se cometen en la aplicación de los tests psicológicos. Este es el inicio de la Teoría Clásica
de los Tests (TCT), que será descrita en 1950 en el libro de Gulliksen "Theory of Mental
Tests". En la década de los 60 aparecen dos libros, uno de Rasch y otro de Lord y Novick,
donde se describen los primeros desarrollos de una nueva perspectiva en el estudio de las
propiedades psicométricas de los tests, la Teoría de la Respuesta al Ítem (TRI), que pretende
resolver algunos de los problemas que plantea la TCT.
En otras asignaturas del plan de estudios se tratan los temas de Teorías de la medición y
Escalamiento. En las siguientes páginas proporcionamos una descripción de la TCT, cuyos
desarrollos siguen empleándose (en nuestro país casi de forma exclusiva) en la práctica para
analizar la bondad métrica de los tests psicológicos, y una introducción a la TRI, que
pensamos se irá imponiendo progresivamente, tal como ocurre en otros sitios.
La actividad profesional del psicólogo requiere en muchos momentos la utilización y/o
construcción de tests que pretenden evaluar determinados constructos psicológicos no
susceptibles a un proceso de medición directa. Resulta usual, por ejemplo, en el ámbito de la
Psicología Educativa, la aplicación de tests de inteligencia, de hábitos de estudio, de
motivación, de habilidad lectora o de intereses vocacionales. En el terreno de la psicoterapia
individual, un psicólogo aplica determinadas pruebas para diagnosticar los problemas
depresivos de un cliente, su estilo atribucional, la calidad de sus relaciones sexuales o su
nivel de asertividad. Los psicólogos que se ocupan de la selección de personal en grandes
organizaciones también utilizan tests para determinar, al menos inicialmente, cuáles son las
personas del grupo de aspirantes que mejor pueden desempeñar el puesto de trabajo. 5
Cada vez es mayor el número de tests disponibles en el mercado para su utilización. Basta
con ojear los catálogos de empresas consultoras especializadas (TEA, MEPSA, COSPA,...)
para percatarnos de la gran extensión de atributos psicológicos que podemos ya medir
mediante tests. El psicólogo necesita conocer las posibilidades de cada uno de estos tests: la
información que aporta, cómo se interpretan las puntuaciones que proporciona, en qué grado
podemos fiarnos de estas puntuaciones, para qué tipo de personas resulta apropiada su
aplicación, etc. El manual de estos tests suele incluir datos empíricos sobre todos estos
aspectos, que determinarán en gran parte las garantías que nos ofrece la prueba que vamos a
aplicar.
Sin embargo, y debido fundamentalmente a la relativa juventud de la Psicología, los
profesionales no se encuentran con todos los tests que pueden necesitar para su actividad
laboral cotidiana. No resulta extraño, por ejemplo, que un psicólogo social tenga que
construir un test concreto para evaluar la actitud que tiene la población de estudiantes
universitarios hacia grupos marginados, que un orientador escolar necesite elaborar un test
para conocer la opinión de los profesores hacia la LOGSE o que un psicólogo clínico precise
de una prueba concreta para evaluar determinados aspectos de las relaciones de los
adolescentes con sus padres.
Parece razonable, por tanto, y así es nuestra opinión, que un psicólogo adquiera las destrezas
necesarias para valorar la información psicométrica que incluyen los tests comercializados y,
además, que conozca los métodos y técnicas fundamentales para diseñar una prueba concreta
con fines específicos. Trataremos de ayudarle a ello en las siguientes páginas.
En la exposición que vamos a realizar en los primeros 5 capítulos, tratamos de describir el
proceso natural que se sigue en la construcción de un test, y que básicamente se resume en las
siguientes fases:
1. Definición del constructo.
2. Construcción del test provisional.
3. Aplicación a una muestra.
4. Análisis de ítems.
5. Estudio de la fiabilidad del test.
6. Estudio de la validez del test.
7. Baremación.
Las cuatro primeras fases se refieren a ciertas estrategias lógicas (algunas con cierto
fundamento estadístico) que nos conducen a seleccionar la forma y contenidos más
apropiados del test. Las fases 5 y 6 resultan fundamentales, dado que se refieren a la
comprobación empírica de las garantías psicométricas que la prueba manifiesta como
instrumento de medición. Básicamente, estas garantías se refieren a su precisión (fiabilidad) y
a la comprobación práctica del contenido auténtico que estamos evaluando (validez). La
denominada Teoría Clásica de los Tests, cuya descripción es parte fundamental de estas
páginas, permite abordar estos problemas con cierto rigor. Una vez que disponemos de la
versión definitiva del test, aplicada a una muestra representativa de la población de personas
a la que va dirigido, se procede a la fase de baremación, que sirve para interpretar una
puntuación concreta en relación con las que obtiene la muestra seleccionada.
6
El último de los temas de estos apuntes pretende iniciar al alumno en los fundamentos de la
Teoría de la Respuesta al Ítem, y será entonces cuando comentemos las diferencias
principales entre ambas aproximaciones.
Estos apuntes contienen una breve descripción de los principales contenidos teóricos de la
asignatura Introducción a la Psicometría. Dentro de las actividades prácticas de la asignatura,
los estudiantes habrán de analizar un test de rendimiento óptimo y elaborar un test de
rendimiento típico, para lo que habrán de seguir todos los pasos indicados aquí.

Padres eficaces

Al entrar en la enseñanza Secundaria hay una cierta relajación en la atención que los padres prestan a sus adolescentes. Nada más equivocado...