martes, 20 de octubre de 2009

Psicología clínica


 
La psicología es en la actualidad la ciencia que estudia el comportamiento humano.



Para una gran parte de los psicólogos esta no puede ser considerada una ciencia, ya que su objetivo de estudio no es susceptible de ser investigado por medio de un método experimental y por eso no cumple con una de las principales condiciones de cualquier ciencia.

En el presente documento se llevará acabo un completo análisis referente a una de las ramas de la psicología con más adeptos, La psicología clínica.

Se desarrollaran temas claves como lo son su definición, su historia y algo muy importante; la función exacta del profesional en el área de la tan conocida psicología clínica.

Aspectos generales

Definición

La psicología clínica es el campo que dirige el estudio, diagnóstico o tratamiento de problemas o trastornos psicológicos o conducta anormal. Se dedica al bienestar humano y se enfatiza en la búsqueda del conocimiento.

"Feldman, R (1998). Es la rama de la psicología que versa sobre el estudio, diagnóstico y tratamiento del comportamiento anormal" (pp 7)

Historia

Establecer un determinado periodo o designar a una persona en particular como iniciador de la psicología clínica seria arbitrario, sino francamente engañoso. De hecho se puede ir hasta los filósofos griegos, como Tales, Hipócrates o Aristóteles, quienes mucho antes del nacimiento de Cristo especulaban de los seres humanos y la naturaleza del pensamiento, la sensación y la patología.

En los años anteriores a 1890 existe realmente muy poco en la historia de la psicología clínica como para separarla de la psicología de lo anormal, o como lo denominaron Ziboorg y Henry (1941) psicología médica.

"Reisman, D (1976). Encuentra más útil buscar las raíces de la psicología clínica moderna en los movimientos reformistas del siglo XIX, cuyos propósitos incluyeron el mejoramiento en los cuidados de los enfermos mentales" (pp 43)

Estas mejorías y los impulsos humanitarios de aquellos de aquellos que los alentaron, fomentaron los débiles comienzos de las profesiones de la salud mental, como se le conoce hoy en día (Hothersall 1984). Una de las principales figuras del movimiento fue Philippe Pinel, un médico francés horrorizado por la insensata brutalidad que era costumbre en los hospitales mentales del siglo XIX, logró que se le nombrara director del manicomio de Bicetre y después, del Salpatriare. A través de su bondad y humanidad obtuvo grandes logros.

Dentro de un campo muy difícil es poco claro si se debe considerar a los logros de Pinel como algo personal o como desarrollos lógicos derivados la filosofía de Rousseau y del enfoque de la salud mental, y en última instancia de la psicología clínica casi al mismo tiempo, un inglés, William Tuke, se dedicó al establecimiento que se podría llamar un hospital moderno para el tratamiento humanitario de enfermos y perturbados.

En Estados Unidos, Eli Todd, trabajó con éxito durante mucho tiempo para desarrollar un retiro a Hartford para enfermos mentales. Como sus colegas europeos Todd enfatizó el papel de cuidado civilizado del respeto y de la moralidad. A través de sus esfuerzos, se volvió menos convencional considerar de los pacientes con enfermedad mental como incurables.

La búsqueda de los antecedentes psicológicos y un énfasis en el tratamiento habían empezado a remplazar la rudeza rutinaria de la custodia.

Otro estadounidense que tuvo un profundo efecto en el movimiento de la salud mental fue, Dorothea Dix, quien con determinación y obstinación, presionó, estimuló y lisonjeó hasta conseguir respuestas de los representantes del gobierno utilizando la fuerza de la lógica. De los hechos del sentimiento público y de tal conocido cabildeo, impuso su voluntad y en 1948 Nueva Jersey respondió construyendo un hospital para los enfermos mentales, el primero en precesión de mas de treinta estados en hacerlo. A través de los esfuerzos de este tipo de personas, se establecieron las bases para un campo de la psicología clínica, pero sería erróneo evaluar estas contribuciones independientes de las fuerzas sociales de este tiempo.

En el siglo XIX los filósofos y escritores proclamaban la dignidad e igualdad de todos los seres humanos. Los gobiernos estaban empezando a responder a la ciencia, que apenas empezaba a surgir, como tal contribuyo al movimiento, empezó a prevalecer una atmósfera de conocimiento a través de la experimentación. El sentimiento que las personas podían predecir, comprender y quizás aun controlar la condición humana comenzó a remplazar la vieja sabiduría. Este fenómeno ciencia, literatura, política, gobierno y reforma se convino para producir los primeros signos claros e inconfundibles de nuevas profesiones en lo que llegarían anocheceres como salud mental.

Función del psicólogo clínico

La función del psicólogo clínico consiste en la prevención, diagnóstico y tratamiento de todo tipo de trastornos conductuales que pueda presentar una persona.

El campo de acción es muy grande y abarca desde pequeños desajustes en la relación del individuo con su medio (neurosis, fobias,timidez, etc.), hasta patologías, como la esquizofrenia, que desestructuran casi por completo la personalidad del sujeto y cuyo tratamiento presenta muchas dificultades.

Más de un tercio de los psicólogos están ubicados en esta rama.

El psicólogo clínico recibe entrenamiento durante dos o tres años de postergado y se encuentra clasificado para:

1. Evaluar las personas con incapacidades mentales, administración de pruebas psicológicas a pacientes con daños cerebrales, diseño de programas de rehabilitación para enfermos psiquiátricos, crónicos y para evaluar ancianos en cuanto a su capacidad mental para vivir de manera independiente en sus hogares.

2. Planificación y ejecución de programas de terapia, en general y terapia modificada conductual. Ambas se derivan de los principios de la teoría del aprendizaje. Pero en ocasiones pueden elegir la psicoterapia grulla o individual como método preferido o además de técnica conducta.

Desde la promulgación de la Ley de salud de 1948 ha ido creciendo la demanda de psicólogos clínicos para trabajar con niños y con adultos en los hospitales de enfermos mentales, clínicas psiquiátricas externas,instituciones destinadas a los subnormales mentales, pabellones de neuróticos, centros de rehabilitación y cada vez más en los hospitales generales.

Los psicólogos que trabajan en el servicio de salud sea con niños o con adultos se ocupan de problemas psicológicos que suscita el diagnóstico y del planeamiento de la rehabilitación educacional, social y ocupacional de los pacientes.

Actividades que puede realizar un psicólogo clínico

Primero
Un Oficio primero ayuda a los psiquiatras en el diagnóstico del estado del paciente mediante el uso de test objetivos destinados a estimar la relación existente entre el nivel intelectual del paciente y sus dificultades psicológicas y funcionamiento en el momento del examen.

Segundo
El psicólogo también ayuda a evaluar la probabilidad de que un paciente responda al tratamiento psiquiátrico.

Tercero
Los test ayudan al psicólogo a revelar talentos o intereses latentes que sea posible utilizar en forma constructiva en el tratamiento.

Cuarto
Mediante el uso de los test el psicólogo da una estimación objetiva de los cambios
que ocurren en el intelecto y la personalidad como consecuencia del tratamiento.

Quinto
Cualquiera que sea el paciente el psicólogo desempeña un papel en el asesoramiento
acerca de la rehabilitación.

Sexto
Debido a su entrenamiento en estadística y método experimental puede diseñar y llevar a cabo investigaciones en el campo clínico.

Nota: Esta son algunas de las muchas actividades que puede realizar un psicólogo clínico.

Otro de los puntos importantes a investigar por los psicólogos clínicos, es la conducta desadaptada, por ejemplo se les atribuye una conducta desadaptada a los consumidores de fármacos (drogas o alcohol).

" La adicción a los narcóticos difiere en las enfermedades mentales. El adicto necesita ayuda tanto para lograr la independencia como para satisfacer sus instintos." (Vaillant,G, 1970, pp 497)

Con cual criterio trabajan los psicólogos clínicos para saber si el paciente es o no anormal mentalmente. Cuando no existe solución de continuidad entre las áreas del comportamiento normal y las del área patológica: ansiedad o agresividad son por ejemplo dentro de cierto margen perfectamente normales y fisiológicas, pero se convierten en conductas anormales cuando sobre pasan determinados límites.

También podríamos decir que el juicio de normalidad está subordinado al examen del contexto sociocultural dentro del cual se encuentra el paciente.

Síntomas psicológicos del paciente anormal

Trastornos somáticos

Estos trastornos pueden aparecer de manera aguda, bruscamente o estar presentes de modo constante, con periodos de remisión y de reactivación; este trastorno lleva consigo cuatro síntomas que son:

1. Los síntomas cardiovasculares, son los más frecuentes: taquicardia con palpitaciones y variaciones del nivel tensional a veces muy notables.

2. Los síntomas respiratorios son también muy frecuentes: crisis disneicas, sensación de falta de aire o de ahogo y dolor pectoral.

3. Los síntomas gastrointestinales están representados en trastornos más variados: Hipográstricos, espasmos faringeos, nauseas, vómitos, sequedad bucal y hambre paroxística.

4. Los síntomas genitourinarios pueden ser la impotencia transitoria y los trastornos de ciclo menstrual.

Trastornos psíquicos

Dentro de esta clase los psicólogos clínicos identifican claramente; la sensación de temor, las preocupaciones inmotivadas y un déficit de habilidades.

Trastornos conductuales

Estos trastornos va acompañados de trastornos psíquicos, dentro de esta clase se reconocen:
a) la inquietud motora,
b) la irritabilidad,
c) las perturbaciones del sueño,
d) trastorno de la alimentación (alimentación en exceso).

Métodos de intervención psicológica clínica

Los métodos de intervención psicológica clínica constituyen un subconjunto de los métodos de intervención psicológica.

Lo mismo que todos los métodos de intervención psicológica se caracterizan primeramente por la elección de medios o métodos. Los

medios psicológicos típicos son, por ejemplo, el dialogo y el ejercicio o la relación interhumana como factor para influir.

Tienen siempre un punto de arranque en la vivencia y conducta, y se realiza en la interacción social entre el que presta la ayuda y el que la busca. Por tanto la característica esencial no es, como se podría suponer a

primera vista, la modificación de características y procesos psíquicos, si no la influencia ejercida por medios psicológicos. Esta puede estar orientada

también a la modificación de estados somáticos por ejemplo, una ulcera de estómago a la tensión arterial alta constituyen primariamente fenómenos somáticos; cuando estos se hallan condicionados psicológicamente o condicionados conjuntamente por factores psíquicos, entonces podrá tratarse con éxito, en algunas circunstancias, por medio de una intervención clinicipsicológica.

Pero de ahí no se puede sacar la conclusión de que las intervenciones psicológicas estén indicadas en el terreno limítrofe de los problemas somáticos, únicamente cuando estos tengan causas psíquicas. Incluso los

fenómenos de conducta que se expliquen genéticamente o por factores cerebrales, pueden ser accesibles a veces a la influencia psicológica, como

la demuestran los ejemplos de entrenamiento psicológico con personas mentalmente impedidas con niños hiperactivos.

Funciones de intervención en psicología clínica

Las funciones de la intervención psicológica clínica presidiendo de los planes de intervención (funciones, patrones de función, sistemas interpersonales), pueden clasificarse en (4) cuatro grandes grupos:
a) de la función de desarrollo,
b) de la función de prevención,
c) de la función de tratamiento y terapia,
d) de la rehabilitación.

Función de desarrollo y de fomento de la salud. Sirve para el enriquecimiento, el desarrollo personal y para el fomento de la salud psiquiátrica corporal.

Función de prevención. Comprende aquellos métodos y estrategias que están en servicio de la prevención de trastornos. También la intervención de casos de crisis las consideramos como función preventiva, por que en situaciones graves de la vida y criticas presta una ayuda para la adaptación ayudando así a impedir el origen de trastornos bastantes duraderos.

Función de tratamiento y terapia. Tiene como finalidad el tratamiento de trastornos y pretende disminuir así las tasa de prevalecencias. En el lenguaje administrativo de la atención de la salud, se habla entonces de trastornos con vallo de enfermedad que da coacción a la intervención. El concepto de psicoterapia se emplea en parte para conferirse a esta función; pero solo cumple una parte de esta función, por que también el tratamiento de funciones perturbadas.

Función de rehabilitación. Se considera que el fin de la rehabilitación, en sentido amplio, es la reinserción permanente de personas en el trabajo, en el campo social estricto y en la sociedad, después de un tratamiento, es decir de personas que tenían un tratamiento psíquico o psicoanalítico, o que se hallaban impedidas física y mentalmente. Con ello se pretende:

1. Impedir las consecuencias a largo plazo de una enfermedad
2. Disminuirlas al mínimo en el caso de trastornos crónicos e incurables.

¿Por qué cada vez la gente acude más al psicólogo clínico?
El incremento se explica, por la creciente complejidad de la sociedad industrial, que exige al individuo la realización de un continuo esfuerzo para adaptarse a las nuevas condiciones de vida, situación que puede generar estados de angustia o depresión.

Con el pasar de la últimas décadas se ha visto la gran acogida que tiene la psicología clínica en todo el mundo y cómo en America Latina, la gente consulta a un psicólogo clínico cada vez con más responsabilidad y en busca de respuestas en lo personal y en lo familiar.

REFERENCIAS

Feldman, R (1998). Psicología con aplicaciones a países de habla hispana. México D.F. (pp 7)

Reisman, D (1976). Psicología Clínica. Madrid - España (pp 43)

Vaillant, G (1970). La historia natural de los narcóticos y la drogadicción. México. (pp 497)


lunes, 19 de octubre de 2009

EL APARATO PSÍQUICO



El psicoanálisis establece una premisa básica cuya discusión concierne al pensamiento filosófico y cuya justificación se halla en sus propios resultados. Dos son las nociones' que tenemos respecto a lo que hemos dado en li~mlir nuestro psiquismo (vida anímica) : por un lado, el órgano somático que le sirve de escena: el cerebro (sistema nervioso) ; por el otro, nuestros actos de consciencia dados en forma inmediata y que ninguna descripción podría aproximarnos más. Ignorarqm
cuánto se halla entre ambos; no hay relación directa entre esos dos términos finales de nuestro conocimiento.
Si la hubiera, a lo sumo nos ofrecería una Iocalización exacta de los procesos de consciencia, sin contribuir a su comprensión.
Los das supuestos mencionados arrancan de estos términos o principios de nuestro conocimiento. El primero concierne a la 1,ocalización. Suponemos que la vida psíquica es función de un aparato al que atribuímos extensión espacial y composición de varias partes,o sea nos lo imaginamos a semejanza de un telescopio, un microscopio o algo parecido. No obstante ciertos intentos anteriores, la elaboración consecuente de semejante hipótesis es una novedad científica.
Hemos llegado a conocer este aparato psíquico estudiando la evolución individual del ser humano. A la más antigua de estas provincias o instancias psíquicas,le llamamos ello; su contenido es todo lo heredado, lo congénitamente dado, lo constitucionalmente establecida;es decir, ante todo, los instintos surgidos de la
organización somática, que hallan aquí una primera expresión psíquica cuyas formas ignoramos
l.Bajo el influjo del mundo exterior real que nos rodea,parte del ello ha experimentado una peculiar transformación. En efecto, constituyendo primitivamente
una capa cortical dotada de órganos receptores de estímulos y de dispositivos para la protección contra los mismos, se ha establecido paulatinamente una organización especial que desde entonces oficia de mediadora entre el el!o y el mundo exterior. A este sector de nuestra vida psíquica le damos el nombrc de yo.
Características principales del yo.
En virtud de la relación previamente formada entre percepción sensorial y actividad muscular, el yo.
Esta parte rnir arcaica del aparato psíquico seguirá siendo la más importante
durante la vida entera. De ella parriba también, la labor investigadora
del psicoanálisis.
NATURALEZA DE LO PsÍQuICO
Su tarea es la autoafirmación, y la realiza en doble sentid^. Frente al
inundo exterior, aprende a conocer los estímulos, acumula (en la memoria) experiencias sobre los mismos, evita (por la fuga) los que son demasiado intensos,
enfrenta (por adaptación) los estímulos moderados y,por fin, aprende a modificar el mundo exterior adecuándolo
a su propia conveniencia (actividad). Hacia dentro, frente al ello, conquista el dominio sobre las exigencias de los instintos, decide así si han de tener
acceso a la satisfacción, aplazando ésta por los momentos circunstancias más favorables del mundo exterior, o bien suprimiendo totalmente las excitaciones instintivas.
En esta actividad, el yo se ajusta a la consideración de las tensiones excitativas que ya posee o que le llegan. Su aumento se hace sentir en general como displacer,
y su disminución, como placer. Sin embargo,lo que se siente como placer y displacer, probablemente no sean las cúspides absolutas de esas tensiones excitativas,
sino alguna particularidad en el ritmo de su modificación. El yo tiende al placer y quiere eludir el displacer. Responde con la seiial de angustia a un aumento
esperado y previsto de displacer, calificándose de peligro al motivo de ese aumento, ya amenace desde fuera o desde dentro. Periódicamente el yo rompe sus comunicaciones con el mundo exterior y se retrae al estado de reposo o sueño, modificando profundamente su organización. A juzgar por el estado de sueño,cabe suponer que dicha organización consiste en una distribución peculiar de la energía psíquica.
ESQUEMA DEL PSICOANALISlS
Como sedimento del largo período infantil en que el hombre en formación vive dependiendo de sus padres,fórmase en el yo una instancia particular que perpetúa
esa influencia parental y a la que se ha dado el nombre de superyo. En la medida en que se separa del yo o se le opone, este superyo constituye una tercera potencia, que el yo ha de tener en cuenta.
Un acto del yo es correcto cuando satisface al mismo tiempo las exigencias del yo, del superyo y de la realidad, es decir, si logra conciliar mutuamente sus
respectivas pretensiones. Los detalles de la relación entre el yo y el superyo siempre se explican reduciendola a la relación del niño con sus padres. Desde luego, en el influjo parental no sólo interviene la índole personal de los padres, sino también la influencia de las tradiciones familiar, racial y popular que aquéllos perpetúan, así como las demandas del respectivo medio wial que los padres representan. En el curso de la evolución individual, el superyo también incorpora aportes.
de ulteriores sustitutos y sucesores de los padres, como los educadores, los personajes ejemplares, los ideaks venerados en la sociedad. Se advierte que, pese a
todas sus diferencias fundamentales, el elío y el superyo coinciden entre si al representar las influencias del pasado: el ello, las heredadas; el superyo, principalqnepte, las recibidas de otros, mientras que el yo es determinado esencialmente por las vivencias propias, es decir, por lo actual y accidental.
, Este esquema general de un aparato psíquico también tiene vigencias para los animales superiores, psíNATURALEZA DE LO PSIQUICO Es quicamente semejantes al hombre. Debernos aceptar que existe un superyo en cualquier ser que haya tenido,
como el hombre, un período más bien prolongado de dependencia infantil. Asimismo debe aceptarse inevitablemente el divorcio entre el yo y el ello.
La psicología animal aún no ha abordado el interesante problema que aquí se plantea.

Padres eficaces

Al entrar en la enseñanza Secundaria hay una cierta relajación en la atención que los padres prestan a sus adolescentes. Nada más equivocado...