lunes, 12 de febrero de 2024

Padres eficaces




Al entrar en la enseñanza Secundaria hay una cierta relajación en la atención

que los padres prestan a sus adolescentes. Nada más equivocado pues necesitan la

misma cantidad de atención y cariño que cuando era más pequeño, o incluso algo

más.

El desarrollo mental y emocional del adolescente puede resultar muy agradable

y beneficioso para toda la familia: Nuevas formas de enfocar problemas, conocer por

dónde van los intereses de la juventud, distintas opiniones sobre temas sociales, etc.

Cada familia tiene sus formas de pensar y sus prioridades, no obstante las

investigaciones han demostrado algunas cualidades comunes en los padres eficaces:

Demuestran amor. Los adolescentes necesitan poder contar con sus padres,

que se comuniquen con ellos, que les dediquen tiempo y que demuestren que se

preocupan por su bienestar. Los padres pueden querer a sus hijos al tiempo que

rechazar lo que hacen, y los chicos deben estar seguros de que esto es cierto.

Apoyan. A pesar de considerar poco importantes algunos problemas del

adolescente, este necesita el apoyo de sus padres. Necesitan elogio y reconocimiento

cuando se esfuerzan y aliento para desarrollar sus intereses.

Ponen normas. Fijar límites en el comportamiento hace sentirse

emocionalmente seguros a niños y adolescentes. Poner normas y supervisar que se

cumplen de forma consistente y adecuada a la edad y la etapa de desarrollo facilita un

desarrollo equilibrado y un mayor ajuste psicológico en la edad adulta. Huir de

extremos autoritarios o indulgentes fijando límites y normas claros, razonables y bien

explicados es la mejor estrategia posible.

Dan ejemplo. Mientras exploran distintas posibilidades de quien quieren ser los

adolescentes buscarán ejemplos en sus padres, familiares, amigos, personalidades u

otras personas, pero sobre todo en sus padres.

Enseñan responsabilidad. El sentido de la responsabilidad se adquiere con el

tiempo. Según crecen aprenden a responsabilizarse de: sus tareas escolares, ordenar

su habitación, colaborar en faenas domésticas, participar en actividades sociales, y

aceptar las consecuencias de sus buenas o malas decisiones.




Facilitan experiencias. Según los recursos de cada familia conviene facilitarle

que conozca nuevas cosas. La curiosidad le hará probar nuevos deportes, o nuevos

intereses académicos, experimentar expresiones artísticas, o probar en actividades

sociales o religiosas diversas. No le desalienten ni pierdan ustedes la paciencia, la

exploración es parte fundamental de la adolescencia.

Respetan. Es falso que todos los adolescentes sean rebeldes y difíciles, pero

es cierto que necesitan ser tratados con respeto, que se reconozca y aprecien sus

diferencias y se les trate como personas.

No existen los padres perfectos. Una mala contestación o decisión dada un

“mal día” no tiene por que afectar a su hijo de por vida. Lo importante es lo que usted

haga de forma habitual, el día a día.

PARTE de la ESCUELA



La Organización Escolar adquiere una mayor utilidad y sentido cuando nos movemos en realidades complejas, donde la necesidad de ordenación es importante dada una supuesta mayor dispersión de intereses individuales. La conceptualización del objeto de la Organización Escolar se refiere a la interrelación de todos los elementos y factores, incluidos de manera especial los humanos, proporcionando normas para armonizar ambientes, locales, instrumentos, materiales y personas en un proceso secuencial y congruente a fin de que la orientación pedagógica y didáctica sean eficaces; porque estamos hablando de un sistema, que como todos los demás en la Dirección, tiene una base objetiva y una concreción subjetiva. Si los objetivos, los elementos estructurales, el contenido, sus interrelaciones, las decisiones de Organización Escolar no actúan como sistema; si ella misma no se concibe en términos de sistema, su objeto se reduce y resulta insuficiente. La institución educativa es un sistema abierto, precisamente por su interrelación con el entorno. La política educativa concretada en el currículum escolar, se integra por perfiles necesarios a la sociedad que la diseña; y requiere ser contextualizado a los distintos escenarios territoriales donde se materializa. La institución educativa tiene que tomar del entorno intereses y necesidades, proyectar y organizar su labor de manera que los satisfaga. La institución educativa sirve a la sociedad que la establece y retribuye a ella un egresado de acuerdo con sus expectativas y necesidades, de manera que reproduzca el modelo social, enriquecido por la praxis y permita, en un ciclo continuo y progresivo, su transformación y avance. “Nuestra sociedad ha adquirido conciencia de un necesario redimensionamiento del sistema organizacional de la escuela.

El término Organización Escolar se puede tratar desde diferentes aristas: desde las Ciencias de la Educación, o desde la escuela, a nivel teórico o a nivel práctico. No cabe duda que una definición precisa es necesario darla teniendo en cuenta diferentes puntos de vista. En nuestra concepción, la Organización Escolar se constituye en una disciplina de la Dirección en la Educación que tiene su campo de estudio muy concreto en el estudio integral de la organización del proceso pedagógico en la institución educativa en sus diversas relaciones y que define su contenido a partir del ordenamiento de las acciones de la actividad educativa institucional para el cumplimiento exitoso de los objetivos trazados y para el perfeccionamiento continuo de las realizaciones educativas referidas a la formación de los educandos. Cuando se habla de Organización Escolar esta debe ser entendida como el funcionamiento óptimo de la institución para el logro de sus objetivos donde quedan implicados todos los recursos existentes utilizados de forma racional. La Organización Escolar debe atender a las características de los escolares y tener en cuenta las posibilidades máximas de desarrollo. La Organización Escolar, es un término que implica funcionalidad.

El régimen de vida es considerado por diferentes autores, como el sistema de tareas que se realizan en una unidad de tiempo con un orden y frecuencia adecuado de acuerdo con las características del escolar o su grupo. La evaluación del régimen para el estudio de la carga general a que están sometidos los niños, adolescentes y jóvenes en las instituciones escolares debe ser un componente esencial. El régimen de vida debe atender a una serie de principios higiénicos, ellos son: • Organización prefijada de las actividades. • Alternancia racional y sistemática de las actividades. • Dosificación de la carga física e intelectual. Cuando hablamos de organización prefijada nos referimos tanto al tiempo de duración como a su planificación rigurosa. La alternancia debe atender a la secuencia, frecuencia y sistematicidad de manera que se puedan desarrollar hábitos adecuados. Alternar el trabajo físico e intelectual, el trabajo y el descanso es una condición necesaria. La dosificación incluye el hecho que las cargas físicas e intelectuales deben suministrarse atendiendo a las posibilidades funcionales de los escolares. Sería tan insuficiente que estuvieran por debajo como por encima del nivel desarrollo alcanzado en cada etapa. El régimen de vida del escolar abarca el conjunto de actividades que son realizadas en la institución educativa y en la casa, de ahí la importancia de su coordinación. Lo anteriormente planteado permite afirmar que el régimen de vida del escolar científicamente estructurado se caracteriza por: Incluir un conjunto de actividades de diferente naturaleza. Abarcar las tareas en una unidad de tiempo.

En la estructuración del horario escolar se han de considerar los aspectos esenciales siguientes: • considerar el comportamiento de la capacidad de trabajo según su dinámica y los niveles de fatiga. • que esté centrado en el alumno y por lo tanto atienda sus necesidades formativas individuales a partir del diagnóstico integral (docente, social, cultural, político y de salud). • la disponibilidad de locales, aprovechar las áreas exteriores. • alternar las asignaturas durante el día y la semana • concebir las actividades del horario nocturno, así como los sábados y domingos, entre ellas: tiempo de máquina, actividades recreativas, deportivas, culturales, de trabajo socialmente útil, proyección de videos, entre otras. • las potencialidades del maestro o profesor del grupo y del claustro. • las potencialidades de las instituciones de la comunidad. El Ambiente Escolar se constituye en una vía para el desenvolvimiento de la vida escolar, de forma que vaya sedimentándose un modo de concebir, de comprender, de hacer y de ser de la labor educativa de una institución y su colectivo. El ambiente escolar responde a una cotidianeidad, a una situación laboral que es necesario sostener y perfeccionar. La cultura institucional es un resultado logrado en el decurso de la actividad de una institución.






 
 

Padres eficaces

Al entrar en la enseñanza Secundaria hay una cierta relajación en la atención que los padres prestan a sus adolescentes. Nada más equivocado...