Nosotros muchas veces si concurrimos a un determinado lugar donde tratamos con personas cuyo lenguaje difiere del nuestro o hacen uso de modismos y expresiones diferentes, en forma imperceptible y debido a la frecuencia con que escuchamos dichos vocablos podremos a funcionar nuestra memoria auditiva y en poco tiempo haremos uso de una parte de ese estilo, ya que inconscientemente se ha fijado en nosotros.
Entonces si aprovechamos esta ventaja atendiendo a conferencias, discursos, cursos de locución u oratoria, y escuchamos atentamente y analizamos la construcción detenidamente, será suficiente para absorber aprendizaje de ello.
Es mejor imitar a una persona que hable correctamente, que pronuncie todas las letras correctamente, que imitar a un enajenado sin cultura. Debemos aprender primero a escuchar y luego hablar, es muchísimo mejor ejercitar los oídos que un órgano tan pequeño pero al mismo tiempo tan destructivo como la lengua.
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